¿Sufre frecuentes estornudos, congestión y picazón o taponamiento nasal? Si es así, tal vez tenga rinitis.
La rinitis es una de las afecciones crónicas más comunes. Afecta al 10% - 30% de los adultos y hasta el 40% de los niños en Estados Unidos. Si está en ese grupo, no tiene por qué sufrir.
Si se recibe más información sobre la rinitis, comprenderá mejor sus síntomas. Un alergista/inmunólogo, generalmente llamdo alergista, puede hacer un diagnóstico preciso y desarrollar un plan de tratamiento que funcione para usted.
Rinitis alérgica
Existen dos clases de rinitis: la rinitis alérgica y la rinitis no alérgica. Veamos primero la rinitis alérgica.
La rinitis alérgica es causada por los alérgenos que hay en el aire, que son generalmente inofensivos, pero pueden causar problemas a determinadas personas.
Los síntomas de alergia son el resultado de una reacción en cadena que comienza en el sistema inmunológico. El sistema inmunológico controla el modo en que el cuerpo se defiende. Por ejemplo, si usted tiene alergia al polen, el sistema inmunológico identifica al polen como invasor o alérgeno. Su sistema inmunológico sobrerreacciona produciendo anticuerpos llamados Immunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos viajan a las células que liberan químicos y causan una reacción alérgica con síntomas como estornudos, taponamiento, secreciones nasales, picazón y goteo posnasal.
Quienes tienen rinitis tienen propensión a tener picazón en los ojos o a lagrimear (por la conjuntivitis alérgica), y pueden ser más sensibles a irritantes como el humo, el perfume o el aire seco y frío. La rinitis puede contribuir a otros problemas como el asma, afecciones de los senos o del oído o problemas para dormir.
Causas Cuando la rinitis alérgica es causada por alérgenos de exterior, como polen de árboles, pastos y hierbas, se la llama rinitis alérgica estacional, o "fiebre del heno". La rinitis puede producirse a lo largo de todo el año por los alérgenos de interior: mascotas, moho, polvos de ácaro y desechos de cucarachas. Esto se llama rinitis alérgica perenne. Se puede tener rinitis alérgica estacional o perenne, o una combinación de ambas.
Diagnóstico y tratamiento de la rinitis alérgica Un alergista puede ayudar a determinar qué alérgenos están causando sus síntomas, en caso de que existan. Hará una detallada historia clínica, realizará un examen físico y luego lo/la examinará para determinar si hay alergias. Los exámenes de la piel muestran los resultados en 20 minutos. Para preparar un plan de tratamiento, se tendrán en cuenta esos resultados, y la frecuencia y gravedad de los síntomas. Los pasos para manejar sus síntomas pueden incluir evitar los alérgenos a los que es alérgico, los medicamentos y/o vacunas contra la alergia (inmunoterapia).
Medicamentos. Algunos medicamentos para la rinitis alérgica se recomiendan para uso diario para controlar la inflamación y evitar síntomas, mientras que otros se usan solo en caso de ser necesarios para aliviar los síntomas. Los atomizadores nasales con corticoesteroide pueden controlar la inflamación y reducir todos los síntomas de rinitis alérgica, incluso la picazón, los estornudos, las secreciones nasales y el taponamiento nasal. Los antihistamínicos en forma de comprimido o atomizadores nasales bloquean las histamina y pueden aliviar la picazón, los estornudos y la secreción nasal, pero pueden no ser tan efectivos en la reducción del taponamiento nasal. Los antileucotrienos en forma de comprimidos pueden reducir todos los síntomas de rinitis alérgica. De ser necesario, se pueden usar comprimidos descongestivos o atomizadores nasales si no se alivia el taponamiento nasal con otros medicamentos. No se deben usar los atomizadores descongestivos durante períodos prolongados de tiempo porque pueden causar que se repita la congestión. El atomizador nasal de ipratropio se puede usar específicamente para secreciones nasales.
Las vacunas para la alergia, también conocidas como inmunoterapia, se pueden considerar si sus síntomas son constantes, si no quiere tomar medicamentos o si siente que no son suficientes, o si quiere control a largo plazo de sus alergias con menos necesidad de medicamentos. Este tratamiento implica recibir inyecciones periódicamente -como determine su alergista- durante un período de tres a cinco años. El resultado final es una menor sensibilidad a los alérgenos. |